Conocí hace mucho mucho tiempo a una persona, una sola noche (como diez horas estuvimos hablando), tiempo después me escribió una postal y nos perdimos la pista y aún hoy me pregunto qué habrá sido de su vida...
Quisiera haber podido dejarle esa misma sensación a alguien alguna vez. ¡Qué raro, que con lo poquita cosa que soy tenga este afan por perdurar, con lo inevitable que es el acabarse! Todo lo que empieza tiene un final, pero creo que el hecho de hacer esto que os muestro tiene un poco que ver con ese sentimiento. Hago muchas cosas porque no encuentro lo que me gusta en las tiendas (o porque es carísimo, léanse los ropajes de bodas y eventos varios), pero muuuuuuchas otras se las doy a mis amigos para que tengan un trozo de mi. El momento en que pensé en lo únicos que eran hecho material. O las vendo y me hace sentir bien ver a la gente llevándolas. Y así me "expando" un poco y relleno los pedazos de mí que se van deshaciendo. Además, mi madre me ayuda (ella es una auténtica artista de las agujas) y me gusta estar sentada con ella pensando y mezclando y hablando, con una taza de café con leche y música de fondo.
El anillo que os enseño hoy es de su creación. Es una auténtica experta en ellos. Los hace de todas las formas y colores y acepta peticiones. Espero que os guste.
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